Una actitud soñada y un temple espectacular tuvieron los jugadores del local para tratar de dar vuelta una llave que parecía completamente definida.
Es una gran pena que no hayan podido alcanzarlo, sólo por una cuestión de suerte. Las atajadas de Abbiati a Van Persie y el gol en off-side de Robinho condicionaron el primer partido.
En los primeros 45’ de la vuelta el Arsenal ya ganaba 3 a 0. Goles de Koscielny de cabeza, Rosicky con un disparo colocado en el área, Van Persie de penal. En esa etapa, los Gunners salieron a comer literalmente a su rival, como lo hicieron con Tottenham. El fútbol espectacular se hizo notar.
La película tenía que terminar con un final feliz, pero el destino hizo que Abbiati le atajará un tanto a Van Perise en la línea luego de un disparo de Gervinho. A su vez, Nocerino desperdicio sus oportunidades. La intensidad no bajó, pero la actitud física de los Wenger comenzó a mermar. Walcott se fue lesionado tras una infracción de Van Bommel y la chispa se fue apagando, al igual que el público en un estadio que por un momento, estalló de la más pura felicidad.
Una gran injusticia, una más de la vida, pero la eliminación no fue bochornosa. Más aún, si el Arsenal juega de esta forma la mayor parte de sus partidos, seguramente conseguirá todos sus objetivos propuestos. Pero escuchame, suerte, destino, Dios, como te llames, ¿Una para nosotros puede ser alguna vez?.
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Un saludo
Saludos!!!