SENTIR EL FÚTBOL

Cumplió con el objetivo de pasar de ronda el vigente bicampeón de la competencia,  pero volvió a mostrar muchas falencias en las dos áreas de juego, lo que posibilitó que el desenlace del encuentro no estuviera definido hasta el pitazo final del árbitro. En su partido 1100 dirigiendo a los Gunners, Wenger paró un equipo con un par de suplentes, destacándose el debut de Elneny, la vuelta de Coquelin tras su lesión, y Sánchez recuperando la titularidad. Ospina ocupó la valla en reemplazo de Cech, y rápidamente al inicio del encuentro debió intervenir tapando un mano a mano sobre el goleador de la segunda división inglesa, Gray. El local intentó llevar el balón en sucesión de pases, mucha movilidad de los hombres de punta y en los volantes. Iwobi jugó como un enlace, pero por momentos trasladó demasiado el balón. A los 18’, Sánchez con un caño encontró a Chambers en un área poblada por la visita, el inglés resolvió de primera y su remate se coló en el palo más lejano de para

La final tan deseada entre los dos equipos más grandes de Liverpool no pudo concretarse. Solamente los Reds consiguieron el pasaje al último día, pero vaya que sufrieron, ya que cayeron en Anfield en el encuentro de vuelta de las semifinales(ganaron enn la ida por un gol), jugaron un alargue, y finalmente se impusieron por penales 6-5 frente al Stoke City. Arnautovic en posición adelantada no cobrada, había adelantado al conjunto de Hughes en la primera mitad.  Los Plotters intentaron sellar la serie a puro centros, pero no tuvieron efecto, con una defensa local no tanto fiable. Es cierto también que los de Klopp pudieron haber alcanzado el empate con un remate de Firmino al palo en el complemento, pero tuvieron un nivel de juego bastante oscilante. En el alargue, van Ginkel encontró el mismo  poste que el brasileño y se quedó con el grito de gol atragantado. Finalmente, Mignolet se vistió de héroe al tapar los disparos de Crouch y Muniesa en los penales, otorgándole al Live

Partidazo disputado bajo la lluvia en Anfield, puro reflejo del vértigo  con que se juega  la liga inglesa, equipos que defienden mal,  que van y vienen en un mediocampo libre de transito y con goles bonitos o  con mucha fortuna. Giroud y Firminio, ambos convirtieron un doblete. Allen y Ramsey, dos compatriotas galeses, se anotaron en el marcador final. El empate fue justo, porque el puntero (aún lo es por diferencia de goles a su favor), cuando se puso en ventaja, se replegó y dejó terreno al rival. Los dirigidos por Klopp intentaron por todos las formas superar  ese cúmulo defensivo de la visita, por las bandas, mediante remates desde afuera del área, vía centros. Hasta que en el minuto 89, Benteke de cabeza bajó un balón al medio del área, y Allen por sorpresa de todos sacó un remate que pasó entre varios pies y que Cech no logró desviar a pesar de que rozó el balón. Wenger, que notó cómo su equipo se retrasó luego del 3-2 parcial, intento con  los ingresos de Gibbs

Los Reds se impusieron en el Britannia Stadium por una mínima ventaja, pero que puede pesar en el desenlace en Anfield. El conjunto de Klopp volvió a sumar jugadores a la lista de lesionados, Coutinho y Lovren, pero encontró en el joven Ibe la carta del gol. Hubo dos versiones del Liverpool en cancha, en cambio los Potters sólo mostraron su peor cara. Al comienzo del encuentro, y podría decirse a lo largo de veinte minutos, se vio lo mejor de la visita. Presión alta de los Reds, mucha movilidad en los delanteros y buena transición con la pelota. El conjunto de Mark Hughes por momentos estuvo acorralado, sin poder salir limpio del fondo. Muchos disparos desde afuera del área por parte del Liverpool, Firminio el que más probó la resistencia de Butland, el arquero no dio mucha seguridad. A los 18’ se fue lesionado Coutinho, ingresó Ibe. Minutos después, también fue sustituido Lovren, ambos evidenciaban lesiones musculares. Pasada la mitad de hora, un desborde de Llana