La final tan deseada entre los dos equipos más grandes de
Liverpool no pudo concretarse.
Solamente los Reds consiguieron el pasaje al último día,
pero vaya que sufrieron, ya que cayeron en Anfield en el encuentro de vuelta de
las semifinales(ganaron enn la ida por un gol), jugaron un alargue, y finalmente se impusieron por penales 6-5
frente al Stoke City.
Arnautovic en posición adelantada no cobrada, había adelantado
al conjunto de Hughes en la primera mitad. Los Plotters intentaron sellar la serie a puro
centros, pero no tuvieron efecto, con una defensa local no tanto fiable. Es cierto
también que los de Klopp pudieron haber alcanzado el empate con un remate de
Firmino al palo en el complemento, pero tuvieron un nivel de juego bastante
oscilante. En el alargue, van Ginkel encontró el mismo poste que el brasileño y se quedó con el
grito de gol atragantado.
Finalmente, Mignolet se vistió de héroe al tapar los
disparos de Crouch y Muniesa en los penales, otorgándole al Liverpool una
chance para volver a levantar un trofeo, algo que no sucedía desde hace tiempo.
En la otra vereda, los Toffees debían visitar el Etihad
Stadium con un resultado obtenido en la ida favorable de 2 a 1. Más favorable
aún tras la apertura del marcador de Barkley luego de un remate desde afuera
del área imposible para Caballero. Sin embargo, a los pocos minutos, Fernandinho
convirtió la igualdad parcial con un disparo que se desvió en Baines.
En el complemento, los ciudadanos fueron arrasadores y
arrinconaron en gran parte del desarrollo del juego a su rival. Tal vez la
historia hubiese cambiado de no haber ocurrido dos hechos fundamentales:
1) El contra-ataque que no pudo capitalizar Deulofeu a poco
de iniciado el segundo tiempo.
2)El 2-1 marcado por De Bruyne cuando en la jugada previa
del centro de Sterling, el balón había abandonado completamente el campo de
juego y debía haberse cobrado saque de arco para el Everton.
Agüero, con un cabezazo letal, puso cifras definitivas al
buen triunfo del Manchester City.
Sabor amargo para Martínez, ya que su equipo había hecho una
muy buena labor en Goodison Park. Buen
manotazo salvador de Pellegrini, en el complemento hizo ingresar a Navas y a De
Bruyne, claves para la remontada.
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