Enorme actuación de los Gunners, no reflejada en el
resultado, pero con un dominio abrumador, sobre todo en el segundo tiempo,
donde la visita no pateó nunca al arco.
Los locales salieron al Emirates con la intención de sellar
su pasaje, perdido a dos minutos del final en Gales. Con mucha movilidad en sus
volantes, controló el partido y buscó
con ímpetu la apertura del marcador. En los primeros minutos, Giroud tuvo dos
disparos desviados.
Acaso en la única jugada de peligro del Swansea, en una situación aislada, un cabezazo de Bartley pegó
en el travesaño.
Antes del descanso, Vorm evitó los goles de Coquelin y Vermalen, ambos tras
jugadas de pelota detenida.
En el segundo tiempo, las ocasiones de peligro y el dominio
fue absoluto del equipo de Wenger, comandado por su mejor jugador, Jack
Wilshere, imparable, amague tras amague, y una aceleración impresionante , se
llevaría todo los flashes.
Giroud y Walcott, se erraron goles increíbles, con mala
puntería en algunos casos y en otros los palos jugaron su papel.
Por izquierda y por derecha intentaba el Arsenal, hasta que
rompía por el medio y remataba. A los 74’, en una maniobra exquisita, Wislhere
remató casi en el área chica y Vorm en forma espectacular evitó la conquista.
Preludio de lo que sucedería doce minutos después, cuando el número diez de Londres , tras asistencia sutil de Giroud, sacó un zurdazo inatajable para el arquero holandés.
En el fútbol, no sé si es correcto hablar de justicia, pero
creo que en esta ocasión está bien usada la palabra.
A cuarta ronda el Arsenal, espera el Brighton.
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