Se esperaba que la tercera de las finales consecutivas fuera
la vencida para la Albiceleste, pero el rendimiento colectivo en éste partido culmine
no estuvo a la altura del cotejo. Hay que mencionar que el conjunto de Martino
ha evolucionado en el aspecto defensivo, pero en el torneo careció de la chispa
necesaria de generación de fútbol ofensivo. Sí, una selección que cuenta con un
par de los mejores delanteros y volantes del mundo le cuesta hilvanar pases con
precisión y desplegar jugadas colectivas de peligro en los últimos metros.
El contra ataque, arma predilecta de la Argentina, o robar
una pelota tras presionar bien alto fueron
las características ofensivas de
éste equipo a lo largo del torneo. Ultra dependiente de lo que podía ser
Messi, casi siempre desparramando rivales, sacándose marca de encima o asistencia,
cuando no le tocaba convertir.
La selección chilena, inentendiblemente cuestionada desde la
llegada de Pizzi, demostró que sigue siendo el conjunto que mejor juega en
América. Los motivos, casi el mismo plantel que se consagró en tierras trasandinas,
con un estilo de juego bien definido, buscando ser protagonista siempre y con
engranajes que funcionan muy bien. Fuerte en el mediocampo con los incansables
Vidal y Aránguiz. Mena y Beausejour en los laterales le dan mucha amplitud a la
transición ofensiva. Sánchez desequilibrante y Vargas muy bien posicionado en
la delantera. Dos defensores centrales y un arquero que permiten una salida
clara desde el fondo. Con un plantel tal vez de mucho menor renombre que otros,
demuestra que en el fútbol todo se puede.
Pero en la final de esta ocasión en New Jersey el encuentro
fue muy parejo, sin brillo, muy trabado
y discutido. Ambos equipos se quedaron
con un hombre menos en el primer tiempo, con un mal arbitraje y sin demasiadas
ocasiones de gol. Chile dominó la posesión del balón, y a pesar de que se quedó
con un hombre menos por quince minutos, nunca pasó zozobras, aunque tampoco
lastimo arriba.
Martino paró en cancha un equipo que contaba con Di María y
Banega tocados. Ángel no pesó en ningún ataque, y Eber estuvo cerca de marcar
al minuto de juego, pero tampoco fue decisivo, aunque dio claridad con algún
pase o quite. . Intrascendente la tarea
de Biglia en el mediocampo. Por su parte, Mascherano respondió tanto cuando lo
hizo en el medio cómo cuando jugó de defensor central.
Pizzi puso lo mejor
que tenía disponible, pero rápidamente estuvo cerca de sustituir a Alexis
Sánchez porque Mercado vilmente intentó sacar del partido al jugador del
Arsenal desde el arranque con un pisotón grave en el tobillo.
Higuaín a los 20’ le robó un balón a Medel y se fue cara a
cara con Bravo, definió picando el balón ante la salida del arquero pero la
pelota se fue muy cerca del palo. Un estigma las finales para el delantero del
Nápoli, que hoy pivoteo bien pero la pelota le llegó muy poco.
Le falto un socio colectivo a Messi, intentó siempre gambetear
y perder rivales por el camino, pero en el fútbol hasta los mejores necesitan
compañía.
Quedó tiempo en la primera etapa para las expulsiones. Díaz
vio la segunda amarilla luego de una obstrucción sobre Messi. Y a falta de
cinco minutos para el descanso, Rojo fue muy vehemente al piso contra Vidal y
recibió la roja directa. En ambas situaciones creo que el árbitro López se
equivocó con su sanción.
En el complemento, hubo que esperar hasta los 75’ para que
Romero intervenga ante un tiro cruzado de Vargas. Luego, Messi habilitó al
ingresado Agüero y el kun elevó un remate en el área por arriba del travesaño.
Tras la igualdad sin goles en los 90’, hubo alargue, con
jugadores muy fatigados. En los primeros quince minutos, Romero se quedó con un
cabezazo de Vargas y Bravo tapó también un cabezazo de Agüero tras tiro libre
de Messi.
En los penales, Romero pareció dar el primer golpe al tapar
el primer intento chileno en los pies de Vidal, sin embargo, el yerro de Messi
desde los doce pasos le devolvió el alma al cuello a la selección trasandina.
Convirtieron Castillo, Macherano, Aranguiz,
Agüero y Beausejour antes que Bravo le contuviera el disparo a Biglia.
Finalmente, el quinto penal recayó en Silva(reemplazante de Alexis, quien había
consagrado a Chile en la Copa América 2015) y el mediocampista no falló.
La Roja se dio el gusto, con Sánchez elegido el mejor
jugador y Vargas el goleador del certamen, de levantar una nueva Copa América. Defenderá
doblemente su condición de campeón vigente en Brasil 2019.
Mi posición sobre el trabajo de la Argentina no hubiese
cambiado por más que se diera otro resultado, le falta mejorar mucho todavía en
el juego, pero fracasar sería no volver a intentarlo.
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UN saludo