Un apretado 2 a 1 a favor frente al Manchester City en tiempo extra permitió al conjunto dirigido por Arsene Wenger avanzar al partido culmine de ésta competición, su vigésima primer final, convirtiéndose en el equipo que más veces llegó a esa instancia.
Resulta paradójico que el Arsenal alcance una nueva ocasión
para coronarse campeón, ya que enfrenta una de las peores temporadas en
términos de resultados (sobre en todo en liga), y con un pobre nivel colectivo
de juego.
Sin embargo, Wenger decidió cambiar. Con tres defensores
centrales, intentó mostrarse más sólido atrás. Los 3 centrales no defenderán
mejor, pero hay una mejor sensación, hay más confianza en el equipo. Inmenso
partido de Gabriel en comparación con Koscielny y Holding. Chamberlain y
Monreal se impusieron en las bandas, tanto en ofensiva cómo en defensiva.
El City tuvo una salida más prolija, y tuvo mala suerte a la
hora de convertir. Arsenal sin la posesión del balón es un equipo más del
montón, y eso ocurrió mucho en el partido. Los Gunners buscaron con pelotazos a
Giroud, pero ganaron poco durante esa
vía. Con la entrada de Welbeck en la segunda parte, el Arsenal desperdicio varios
contraataques.
La figura de la cancha fue Yaya Touré, supo cómo superar a
todos los hombres rojos, y aportó claridad en el mediocampo. Le faltó un buen
acompañante. De Bruyne intermitente. Sané y Sterling no pesaron por las bandas.
Lamentablemente Silva se lesionó demasiado pronto.
Un primer tiempo chato, cerrado, ya que el Arsenal estaba
más preocupado por no quedar mal parado atrás que de atacar, por lo que el 0 a
0 era lo más lógico. Bravo contuvo un cabezazo centrado de Giroud tras desborde
de Chamberlain. Silva, antes de ser sustituido, logró ganar en el aire y exigió
la respuesta de Cech. Un disparo de Agüero se fue pegado al palo.
A poco de iniciado el complemento, cuando los Gunners se ubicaban más en campo
contrario, Ramsey perdió un balón a manos de Touré en el área Skyblue, y con un pase largo puso de cara al gol a Agüero,
Monreal no llegó, Cech no salió y el Kun sin dificultad abrió el marcador.
Arsenal no acusó el
golpe, y llegó a la igualdad tras un centro pasado de Chamberlain por derecha y
la llegada por la izquierda de Monreal, que con su pierna menos hábil marcó la
igualdad.
Lo tuvo el Manchester City, un disparo de Touré dio en el
palo y un cabezazo de Fernandinho pegó en el travesaño. Sobre el final del
segundo tiempo, Welbeck en un mano a mano sacó un remate desviado.
El tiempo a prorroga. Guardiola ni bien comenzado el primer
tiempo extra, sustituyó a Fernandinho y a Agüero por Fernando y Delph, tal vez
para ganar en el mediocampo y con piernas más frescas. Sin embargo, poco después
de esas modificaciones, Arsenal se pone en ventaja. Desde un tiro libre,
Koscielny gana de arriba, Welbeck no pudo rematar y Alexis tomó el rebote en la
puerta del área chica para anotar el 2-1 final al minuto 100. Seguido, Welbeck
de cabeza se perdió el tercero.
Los últimos quince minutos fueron angustiantes, empujó el
City con intentos desviados de Delph y del recientemente ingresado Ieanacho,
por su parte, el Arsenal desperdició oportunidades en los pies de un mago ya
sin sorpresas, Özil.
Final y un festejo muy sentido por Wenger, que remarcó el
esfuerzo y el espíritu de su equipo, el momento duro que están pasando y sobre
todo, su amor por el club.
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