El Millonario goleó a Tigres 3-0 en la vuelta de la final y volvió
a levantar el máximo trofeo a nivel continental tras 19 años de su última conquista.
Fue una noche soñada para el público local, que colmó el
estadio Monumental para alentar a este equipo tan exitoso bajo una lluvia copiosa,
un diluvio, que cayó intensamente sobre la ciudad de Buenos Aires y alrededores.
Fue un encuentro intenso, muy trabado,parejo, sin gran volumen de juego, donde la presión ejercida por el conjunto dirigido eventualmente por Biscay(tras la suspensión de Gallardo) fue la clave para forzar el error en la salida del equipo mexicano y no dejar jugar con tranquilidad a su rival.
En un primer tiempo sin muchas emociones, a los 8’ el árbitro
se tornaría protagonista al no expulsar a Alario tras una peligrosa y fuerte
infracción del ex delantero de Colón sobre su compatriota Pizarro.
A un minuto para que llegara el descanso, Vangioni tras una
buena maniobra individual, con caño incluido, logró habilitar a Alario, que de
cabeza abrió el marcador.
La única arma peligrosa de Tigres fueron los ataques de
Damm, quién con su velocidad, talento y su desequilibrio constante, se tornaría
impredecible para los defensores locales. Sus amagues y centros desde el costado derecho generarían zozobras,
pero no terminaron en peligro franco.
A los 74’, Sánchez ganaría un balón en el área y Aquino a
instancias del árbitro le cometió penal. El uruguayo se hizo cargo de la
ejecución y no falló. 2-0, partido casi liquidado.
Pisculichi ingresó por Cavenaghi, quién anunció que éste sería encuentro
con la Banda Roja. Piscu ejecutó un tiro de esquina venenoso para la llegada de
Funes Mori, un cabezazo que se coló entre las piernas de Guzmán selló
el resultado.
Una consagración muy esperada por el Millonario , que
culmina una copa muy traumática para esta institución, ya que entró a octavos por
la ventana(luego de ser el peor de los clasificados) , superar a Boca sin poder
culminar la vuelta(por la agresión recibida), dar vuelta la serie de visitante
en cuartos frente a Cruzeiro y lograr doblegar a un durísimo rival como Tigres,
candidato desde el inicio al título por su forma de juego y millones invertidos
en el plantel.
Gallardo como jugador había levantado la última Libertadores
en 1996. Hoy, ya como entrenador, entra en la historia del club festejando como
director técnico, la primera persona que logra este hito en el club en los dos
roles.
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Saludos
Saludos
Que lo disfrutes.