“Por suerte esta Messi”- esas fueron las palabras del técnico
Alejandro Sabella para resumir la actuación de sus dirigidos en el triunfo por
1-0 con un golazo del delantero del Barcelona en tiempo de descuento.
Otra actuación muy preocupante de la Albiceleste,
enfrentando a un rival de mucho menor nivel a priori, sin jugadores que brillen
en las mejores ligas, pero que agrupándose atrás y contra golpeado en el
complemento estuvo cerca de llevarse la victoria, de no ser por atajadas de
Romero. Hoy el equipo asiático pudo haber conseguido la victoria más importante
de su historia, cuesta creerlo.
Sin ideas claras, la Argentina juega sin alma, sin
convicción, poca movilidad, pocas asociaciones. No obstante, generó situaciones
claras en el primer tiempo. A los 12’, Gago con un pase entre líneas encontró a
Higuaín pero el arquero Haghighi evitó la apertura del marcador. Al minuto 21, Haghighi
tapó un tiro colocado de Agüero en el área.
Más tarde, cabezazos de Rojo y Garay se fueron por poco
afuera. Antes del descanso, de cabeza Hosseini tuvo la más clara para Irán, la pelota
no encontró el arco.
En el complemento, lo asiáticos siguieron con su postura
defensiva pero se animaron a contra golpear, y vaya que hicieron daño. Romero
estuvo excelente en dos intervenciones ante los cabezazos de Reza y Dejagah.
Poco de la Argentina, salvo intentos de Messi, un disparo colocado de Lio pasó
cerca del palo a los 58’, más tarde un tiro libre por afuera de la barrera no
entró por poco.
A los 85’, los dirigidos por Queiroz tuvieron los tres
puntos en los pies de Reza, pero otra vez Romero salvó magníficamente su valla.
Y ya en tiempo adicional, Messi con un gran zurdazo
esquinado le dio la clasificación a su selección, que es la favorita de muchos
pero que convence a pocos.
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