El clásico de la ciudad santafesina fue para el Canalla, quién en un partido vibrante pudo imponer su juego ante un rival que se contagio del nerviosismo del público local y no pudo desarrollar su mejor versión.
La presión y la intensidad ejercida por el equipo del Chacho
Coudet impidió que los circuitos colectivos de la Lepra funcionen, y
aprovechando que con dos o tres pases ya se afirmaba en campo contrario, no
sufrió peligro atrás. Con defensores centrales bien plantados, más la disputa
del mediocampo a favor de los jugadores de Central, en muchos momentos Newells
se vio abrumado.
Lejos de lo realizo frente a Racing, el conjunto de Bernardi
careció de dinamismo en la creación de juego, y no pudo llegar nunca con
sorpresa. De no ser por los remates lejanos de Scocco, no hubiese pateado al
arco en el primer tiempo. Un tiro libre venenoso de Nacho fue mandado por
Caranta al tiro de esquina. De ese córner ejecutado por Scocco, la pelota tomó
bastante rosca y la pelota pego en el palo.
Luego de un increíble penal de Casco sobre Domínguez, que
Pitana no cobró por error u omisión(o vaya a saber porque), Ustari voló para
evitar la conquista de Álvarez de media vuelta. Seguido, lo tuvo la visita otra
vez, cuando Donatti sacó una volea que
se fue afuera por poco.
La mala tarea de Newells se evidenciaba en que ni siquiera
podía hacer pie en el manejo del balón, con posesiones estériles que terminaban
en pérdidas peligrosas.
A los cinco minutos de iniciado el complemento, Domínguez
estuvo a punto de convertirle de emboquillada a un Ustari que en todo el
partido estuvo adelantado. Sin embargo, a los 22’ Nery culmino una
triangulación con un buen pase hacía Marco Ruben, el delantero le ganó las
espaldas a su marcador y con una definición perfecta de zurda marcó el único
gol del partido.
Un error en la salida de Caranta le permitió a Maxi
Rodríguez sacar un disparo desde afuera del área que para desazón de todo el
público asistente al Coloso Marcelo Bielsa pegó en la base del palo a los 44’.
En la última jugada de peligro, Central estuvo muy cerca del
2-0, cuando Ustari dio rebote tras un remate de Fernández y Niell de palomita
desvió su cabezazo.
En el final del partido, toda la Academia festejaron los
tres puntos cómo un campeonato y varios jóvenes de la Lepra se fueron llorando.
Postales de un clásico caliente al que se le pone más carga emotiva que la que
debería.
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