En San Siro, el conjunto italiano se desquitó con un contundente 4 a 0 que salvo un milagro sentenció la llave.
Los Gunners hicieron agua tanto en los aspectos defensivos como ofensivos. La oportunidad de peligro más clara se la tapó Abbiati a Van Persie, lo que hubiese sido un golazo.
Boateng abrió el marcador con un terrible remate , luego vinieron los dos goles de Robinho y a los 79’ Ibrahimovic, siempre verdugo de los londinenses, marcó de penal.
Un equipo que no estuvo a la altura de las expectativas, enfrentado a otro que no tuvo un buen desempeño en sus últimos partidos.
La FA Cup y clasificar para la próxima Champions League son los únicos objetivos que le quedan a los dirigidos por Wenger, no es una cuestión menor, pero es una pena que la historia se vuelva a repetir.
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